DEPRESIÓN DE VERANO

Es tan extraño estar en vacaciones después de un largo tiempo viviendo en la certidumbre de tener que siempre hacer algo, de estar atenta a cualquier tarea, trabajo o prueba que pueda surgir en los próximos días. Es el pensamiento recurrente de la inutilidad el cual me invade cuando llega el verano, el calor, las altas temperaturas, el aroma de las flores y calidez del aire, el tiempo extensamente libre con el cual simplemente no puedo lidiar, estamos tan acostumbrados a estar atados a algo que en el momento del más mínimo atisbo de libertad sentimos que perdemos el control, al menos es eso lo que me sucede a mí. Tengo horas y horas para pasar en mi mente, ser completamente consciente de mi existencia y la vida que estoy viviendo en este momento, darse cuenta de que uno está aquí, respirando, vibrando, simplemente viviendo en este preciso instante. Cuánto abrumador es darse cuenta del ser uno mismo en este gran universo en el cada uno de nosotros es insignificante.