CEGUERA

"Los amantes", de René Magritte (1928)

Nunca lo esperé, nunca lo necesité, nunca lo busqué. Jamás había coincidido con alguien así, no pensé que conocería a alguien que me hiciera sentir tan cómoda con su compañía, como si lo conociera desde siempre. Disfruto estar, reírme y hablar de cualquier cosa con él, a pesar de que lo conozco hace relativamente poco. Jamás pensé que alguien me querría de la manera en que él lo hace. Pensé que no lo merecía, que jamás iba a poder estar con alguien estable, que era muy complicada y sensible, que mis sentimientos no valían nada, que no era suficiente más que para mí misma. Es por eso que me cuesta tanto expresar lo que siento hacia él, no entiendo cómo él lo hace con tanta facilidad a pesar de que incluso está más dañado que yo. No quiero lastimarlo, es lo que menos deseo. Siento tan lentamente y tanto al mismo tiempo, tengo tanto miedo. No sé si me estoy enamorando o no, pero pienso en él a cada momento, qué estará haciendo, qué planes podríamos hacer, no veo la hora de verlo otra vez para poder decirle todo sin temor a nada, pero no puedo, no sé por qué no puedo.