CON SANGRE EN EL PUÑAL

Acaricio las hojas de roneo

Bajo el cual su alma descansa en la pureza

Áspero sentir y solitario encuentro ronroneo

Ni sé lo que escribo, sólo sale de mi cabeza

Ni me doy cuenta de mis tontas rimas

Perdí el sentido de esto que me atormenta

Y un deseo inconmensurable me arrima

De tener que dejar de crear tanta mierda.

 

En fin, no queda más que decir

Que esto no tiene sentido alguno

Y que tengo que dejar de sufrir

Pero uno se vuelve ninguno.

 

Entre tanto que lidera la basura literaria

Mis arrugas aparecerán

Me quedaré en estado de materia,

Es lo común en la poesía de alquitrán.

 

Y mientras más hablo, más me callo

más quiero gritar, más quiero ausentar

Entre tanta injusticia valórica

La prosa sobre la meticulosa métrica

Microrrelatos sobre extensas novelas

Lo virtual por sobre lo real.

 

Rimas de rota madera

Del más básico cartón de librería

Rozan mi piel cual blanca papelera

Se llenan de sangre mis ironías.

 

Junto a mis letras poseídas por el puñal

No encajo dentro de esta sociedad

Pues la literatura tendrá su final

Un final incierto sin equidad

Donde la mente se deteriora

Y se lastima

Y no halla la hora

De concluir su vil estima.